viernes, 10 de diciembre de 2010

El águila y el cazador

Estaba asentada un águila en el pico de un peñasco esperando por la llegada de las liebres.
Mas la vio un cazador, y lanzándole una flecha le  atravezó su cuerpo.  
Viendo el águila entonces que la flecha estaba construída con plumas de su propia especie exclamó:
-- ¡ Qué tristeza terminar mis días por causa de mis  plumas !

"Más profundo es nuestro dolor cuando nos vencen con nuestras propias armas."

La zorra y el leñador

Una zorra estaba siendo perseguida por unos cazadores cuando llegó al sitio de un leñador y le suplicó que la escondiera. El hombre le aconsejó que ingresara a su cabaña. Casi de inmediato llegaron los cazadores, y le preguntaron al leñador si había visto a la zorra.
El leñador, con la voz les dijo que no, pero con su mano disimuladamente señalaba la cabaña donde se había escondido.
Los cazadores no comprendieron la señas de la mano y se confiaron únicamente en lo dicho con la palabra.
La zorra al verlos marcharse, salió sin decir nada.
Le reprochó el leñador por qué a pesar de haberla salvado, no le daba las gracias, a lo que la zorra respondió:
Te hubiera dado las gracias si tus manos y tu boca hubieran dicho lo mismo.


"No niegues con tus actos, lo que pregonas con tus palabras"